Siempre que empieza el buen tiempo nos da por pensar en nuestras terrazas y balcones. Este año, desde marzo estamos haciendo uso de estos espacios y nos hemos dado cuenta de que hay que aprovecharlos al máximo. Por eso queremos compartir este proyecto en el que hemos convertido una terraza en un rincón idílico con 2 simples gestos:
Tarima de exterior
El suelo ocupa un papel muy importante a la hora de diseñar cualquier espacio, pero en el caso de las terrazas y patios hay que tener en cuenta que el pavimento puede potenciar la sensación de esa atmósfera veraniega y primaveral si instalamos una tarima de madera como ésta. Se ha elegido una tarima sintética de exteriores, que apenas necesita mantenimiento, y de un tono oscuro que destaca con el blanco de las paredes. El relieve de las lamas destaca la naturalidad y el realismo de la tarima.
Césped artificial
La pincelada de color la aporta el césped. Y es que en una terraza no puede faltar el “verde” de la naturaleza. Por eso, además de engalanar el espacio con plantas, el césped artificial ofrece un importante efecto paisajístico y permite un fácil mantenimiento.
Éstas son algunas opciones. Ahora solo hay que ponerlas en práctica.